Psicópatas: Cuando la maldad esconde vulnerabilidad

 

Muchas veces escuchamos hablar sobre la baja autoestima y nos sueña cliché pues se usa como explicación para todo tipo de problema psicológico, una especie de aspirina diagnóstica. Pero la verdad es que es un tema serio, mucho más serio y grave de lo que muchos piensan.

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Últimamente, por esas casualidades del destino, me ha tocado estudiar muchos perfiles de psicópatas que han vivido para transgredir la norma social, ya sea robando, violando o asesinando. Y extrañamente, me he topado con un par, incluso les di entrada en mi vida, lo que agradezco pues me permitió estudiarlos en profundidad para hoy poder hablar sobre ellos.

Pero ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver la autoestima con la psicopatía? La respuesta es simple. Donde sea que uno lea o investigue sobre esta patología -además de los atributos típicos relacionados a la falta de empatía y ruptura de las reglas de convivencia social-  siempre encontrará como característica principal una “autoestima baja”.

Un psicópata es la típica persona “mala”, esa que decimos que “nació con la semilla de la maldad” o “tiene el gen del mal”. Son guiados por sentimientos oscuros, no les importa dañar a nadie, son extremadamente egoístas, la venganza es su única arma para “quedar por encima de los demás” y se creen inteligentes pero no lo son, sólo saben usar su cerebro para planes malvados relacionados a burlarse de los demás con el fin de sacar algún tipo de provecho personal, algo así como el mecanismo de vida de un parásito.

Y es que intentan en todo momento “burlar las normas sociales para “ser alguien en la vida”.  Para obtener dinero y éxito, ellos NO se esfuerzan ni usan sus talentos con tal de llevar a cabo un buen trabajo que les rinda una retribución. Por el contrario, buscan la forma de “ganar dinero fácil” sin usar ninguna habilidad ni tampoco provocar un impacto favorable a través del ejercicio de una misión que ayude al progreso y bienestar de la sociedad. Típico de ladrones, estafadores y traficantes de cualquier cosa, que son cero aporte en la mejoría de nuestro mundo. Pero no sólo de ellos, sino también de aquellos que viven esperando que les llegue una herencia o ganarse la lotería antes que trabajarle un peso a  nadie.

¿Pero por qué buscan dinero fácil? Por simple BAJA AUTOESTIMA. Se creen y se saben carentes de talento y perseverancia  para lograr cualquier cosa en la vida. Incluso prefieren no estudiar nada,  porque de antemano saben también que no les dará la cabeza ni la paciencia para terminar cualquier estudio. Y los que lo hacen, porque los obligaron, intentan sacar sus carreras a punta de coimas y corrupción (comprándose a profesores y extorsionándolos a cambio de obligarlos a ponerles buenas calificaciones sin merecerlas). Esta carencia de habilidades sumado a su falta de empatía, los lleva sin dudar a delinquir para que el dinero fácil llegue.

Otra característica del psicópata, y que también se origina en la baja autoestima, es la facilidad para mentir. Algunos incluso se vuelven mitómanos y mienten para todo, no sólo cuando necesitan encubrir una de sus maldades. Se presentan como alguien que no son, se autoatribuyen logros que nunca han tenido, se hacen pasar por “ganadores” en todos los ámbitos: romántico, laboral, familiar, etc. Pero en otro momento hablaré más a fondo de los mitómanos. Por ahora me basta con transmitir el mensaje de que quien se presenta como alguien que no es, es digno de lástima, pues significa que tiene que fingir ser una persona absolutamente diferente de la real, ya que sólo así siente que será aceptado y bien recibido.

Como acotación, y a modo de consejo para tener cuidado en la vida cotidiana, les cuento que el mundo virtual es un terreno perfecto para que el psicópata actúe. Como él necesita engañar y fingir ser lo que no es, le resulta tremendamente útil contar con el mundo paralelo de las redes sociales, donde existe un caldo de cultivo perfecto para el engaño. Lo virtual es un espejismo. Cuando el psicópata lo sabe usar,  sin dificultad hará caer en sus redes hasta a la persona más inteligente. Pero claro, con el tiempo y llegado el momento de conocerlo en persona, sus castillos en el aire serán llevados por el viento y sus ilusiones carentes de sustento se desvanecerán de un solo soplido.  Y aparecerá su triste verdad… la más pura ignorancia espiritual…

Su paso por las vidas de los demás es tan destructivo como el paso de los depredadores que solo dejan presas en el camino. Ellos jamás plasman un lindo recuerdo en la existencia de nadie, no logran un impacto positivo y eso es algo contra lo que no pueden luchar pues dañar es parte de su esencia.

 Y por el contrario de lo que podríamos pensar, son tan pero tan conscientes de lo que hacen que incluso tienen clarísima su falta de valía y bondad … Saben que sin engaño y venganza no son nadie, saben que son vulnerables, saben que no creen en sí mismos, son absolutamente conscientes de su pobreza interior. Tanto así, que más que odiarlos, sus víctimas al final les tienen compasión. Y es lo que quiero aconsejar a todos quienes conozcan a uno. Son espíritus están tan carentes de amor, que sólo debiésemos sentir misericordia y pedir a Dios que ilumine su camino para que algún día, por difícil que sea, vean y se espanten de su propia oscuridad, o que al menos lo hagan por su propio egoísmo al entender que “quien obra mal no espere el bien” y que por karma o simple lógica, su maldad solo les traerá derrotas.

Ver tu propia contaminación, es el primer paso para cambiar… Mis oraciones están contigo.